Me acuerdo cuando iniciamos con Octavio y mi mujer nuestro periplo por los manglares de México, fueron una serie de llamadas telefónicas para coordinar bien la expedición. Octavio tenía que salir desde San Diego, California y vernos en el aeropuerto de Cancún para recorrer toda la costa de Yucatán y gran parte de la costa del Pacífico en una sola jornada fotográfica sin precedentes la cual tenia como objetivo, evaluar a través de la fotografía las condiciones de un ecosistema único y a la vez en peligro. Hoy tras varias jornadas similares en diferentes puntos de las costas mexicanas en la espalda ya nos encontramos en la fase final de esta aventura y personalmente puedo decir que la batalla no esta perdida, quedan muchos espacios donde los manglares están en excelentes condiciones y la fauna es abundante creando paisajes y espectáculos dignos de admirar, pelícanos anidando junto a otras tantas especies de aves, aguas cristalinas con una ictiofauna variada y abundante y gente que protege y vive del manglar día a día.
Sin embargo no todo fueron buenos momentos, hemos sido testigos de la acumulación de basura flotante en las raíces de manglar debido a las corrientes caribeñas, de la desecación del manglar para la posterior construcción de infraestructuras hoteleras, hemos visto el turismo irresponsable en Áreas naturales protegidas emblemáticas y una serie de circunstancias y procesos de degradación que si no amenazan de forma inminente todos los manglares de México lo harán en poco tiempo, si no logramos cambiar la percepción de algunas personas que creen que los manglares son ecosistemas sin valor. Los manglares probablemente sean el ecosistema por excelencia que más beneficios nos ofrecen como sustento de vida y protección de las catástrofes ambientales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario