domingo, 7 de octubre de 2012

Plumas, hojas y riqueza




Hemos recorrido una gran cantidad de bosques de manglar y, después de todas las aventuras que hemos pasado, me queda claro que estos ecosistemas ofrecen oportunidades únicas para la recreación. En efecto, la observación de aves —una forma de uso que exige la conservación del manglar— ya representa una importante fuente de ingresos adicionales para muchas comunidades costeras y su demanda crece rápidamente. Desde águilas pescadoras hasta pequeños gorriones, una infinidad de formas y colores sobrevuelan estos bosques; de la misma manera que otras se posan y se refugian en la copa de estos árboles.


Pero estos servicios ambientales pueden representar otros beneficios económicos. Un ejemplo lo constituyen las especies de patos y gansos, que usan lagunas costeras y manglares durante el invierno. Estados Unidos, Canadá y México comparten 27 especies de aves de caza que utilizan corredores migratorios en América del Norte, e invernan en humedales costeros tropicales y subtropicales, incluyendo lagunas costeras en las costas del Golfo de California. En la primavera estos patos y gansos regresan a sus áreas veraniegas en el norte y se convierten en la fuente principal de una industria de cacería que tiene grandes derramas económicas. Nadia Rubio Cisneros, estudiante de doctorado en el Instituto de Oceanografía Scripps, ha calculado que el número de aves cazadas y los ganancias económicas generadas por esta industria en la costa Este de los Estados Unidos se relacionan con la abundancia de estas aves que invernan en el Golfo de California. La densidad de aves se incrementa significativamente con el área de las lagunas costeras y la integridad de los bosques de manglar que las rodean. Un kilómetro cuadrado promedio de laguna costera en México genera alrededor de $1,800 dólares en Estados Unidos, a través de la venta de permisos de cacería. Este flujo de servicios ambientales soporta una industria de cacería que en promedio produce $4.37 millones de dólares anualmente, tan solo en el Oeste de Estados Unidos. Esto sugiere que un mercado para la conservación de lagunas costeras en México podría continuar generando beneficios para los cazadores en Estados Unidos, así como, proveer beneficios ecológicos y económicos para México. Ecosistemas más saludables, sostienen mejores economías. Así de simple.

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